es un viaje emocional que difumina los límites entre el escenario y el hogar, el espacio donde se vive. El hilo narrativo empieza al final de uno de sus conciertos: rodeada de los aplausos y el entusiasmo del público, Laura Pausini saluda, da las gracias a sus fans y se dirige hacia el camerino. Y es después de cruzar la puerta, con los focos apagados, cuando sucede la magia: la artista vuelve a su faceta más personal en la familiaridad de su casa diseñada por Scavolini, un ambiente moderno que combina elegancia y funcionalidad.
El anuncio celebra la excelencia del diseño italiano a través de un recorrido por nuestros ambientes más queridos.